Sangre por la tierra

Más de mil vidas se ha cobrado ya la guerra en Gaza. Conflicto es una palabra que se queda pequeña para englobar la situación que desde 1949 se vive en los territorios palestinos cuando se constituyó el Estado de Israel gracias al apoyo internacional encabezado por la ONU. Una acción comparable a la nueva disposición de las fronteras en África con la llegada de la colonización, cuyas consecuencias todavía hoy se reflejan en conflictos tribales por la tierra que los colonos dividieron sin tener en cuenta las fronteras que ya existian antes de su llegada.

A pesar de que el terrorismo es injustificable, y no lo haré jamás, no puedo evitar sentir que los palestinos están en desventaja en todos los sentidos: en número de muertos, en armamento, en apoyo internacional, pero sobre todo en justicia, pues el Estado de Israel será legal pero no legitimo ya que está en una tierra que no les pertenece y que otros le regalaron sin ser los moradores.

Aunque los palestinos accedieron a dejar un trozo de su territorio para algunos colonos refugiados tras el genocidio de la IIGuerra Mundial, no accedieron a que los colonos se multiplicaran por millares y a quedarse sin su tierra. Y ahora ¿cómo podemos dar solución a esta metedura de pata internacional de hace 60 años? Los hijos y nietos de los primeros colonos nacieron en Palestina, dentro del Estado Israeli y tambien es su tierra ahora.

Pero lo que es seguro es que la sangre derramada no va a solucionar el problema, y a nadie parece importarle como tampoco le importó a nadie una ocupación descontrolada, e injusta hace más de medio siglo.